La alimentación es una de las acciones de
mayor importancia que afecta el bienestar de las personas de modo considerable.
Una buena dieta puede ayudar a mantener la salud e incluso hasta mejorarla, al
escoger alimentos variados y consumirlos con moderación.
La alimentación de los individuos depende
en gran parte del poder adquisitivo, de la información sobre cantidad y calidad
de alimentos y de los hábitos alimentarios que tenga cada persona, inclusive de
la cultura. Un solo alimento no proporciona los nutrientes necesarios
para cumplir con los diversos procesos en el organismo. Por ello se habla de
una alimentación balanceada, que es aquella que proporcionará la cantidad de
nutrientes indispensables para el organismo.
Una alimentación balanceada es el primer paso para
obtener y mantener una buena salud. Por otra parte, esta alimentación debe ser
variada. La variedad está relacionada con la calidad de los alimentos
ingeridos. Porque existen alimentos que proporcionarán energía al organismo,
formará tejidos, permitirán el crecimiento y contribuirán a que los órganos
cumplan con sus funciones, según la etapa de vida donde se encuentre cada individuo.
Por lo tanto, una dieta insuficiente es culpable, en gran parte, de la desnutrición de
un gran número de personas en el mundo. No obstante, las dietas que
proporcionan demasiados nutrientes también pueden conducir a un deterioro en la
salud. Es necesario entonces, considerar el papel de la buena dieta para el
apoyo de la salud y cómo los hábitos alimenticios de las personas contribuyen a
su bienestar.
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